Resumen:

  • Humain construye dos centros de datos (Riad y Dammam) con arranque previsto para inicios de 2026.

  • Nvidia enviará un primer lote de 18.000 chips Blackwell; AMD aporta un acuerdo estratégico de 10.000 millones.

  • La jugada posiciona al Reino en la carrera por la “IA soberana” y adelanta nuevas alianzas y ampliaciones.

Arabia Saudita pisa el acelerador en infraestructura de inteligencia artificial. Humain, la nueva empresa de IA respaldada por el Public Investment Fund (PIF), comenzó la construcción de sus primeros centros de datos en Riad y Dammam con el objetivo de entrar en operación a inicios de 2026. Cada sitio debutará con 100 megavatios de capacidad, una cifra que ilustra la escala del proyecto y le permite alojar cargas de entrenamiento e inferencia de gran tamaño. Para alimentarlos, la compañía recibirá procesadores de última generación de proveedores estadounidenses, incluyendo los chips Blackwell de Nvidia, cuyo envío inicial rondará las 18.000 unidades.

El movimiento no ocurre en el vacío. Humain se lanzó en mayo de 2025 como iniciativa del PIF para operar e invertir a lo largo de toda la cadena de valor de la IA, desde centros de datos hasta modelos y servicios en la nube. La creación de la compañía fue anunciada por el príncipe heredero Mohammed bin Salman como pieza de la estrategia de diversificación económica y tecnológica del Reino.

En paralelo, AMD y Humain firmaron una colaboración valorada en 10.000 millones de dólares para desplegar 500 MW de cómputo durante los próximos cinco años. El plan contempla instalaciones tanto dentro de Arabia Saudita como en Estados Unidos, señal de que la ambición no se limita al mercado doméstico y busca jugar en ligas globales desde el día uno.

La apuesta encaja con un contexto regional de fuerte inversión en nube e IA. Grandes proveedores como AWS han anunciado regiones de datos en el país para 2026, reforzando el ecosistema de servicios que necesitarán los clientes de Humain y su red de socios tecnológicos. La convergencia entre infraestructura pública, capital soberano y acuerdos con fabricantes de chips convierte al Reino en un polo emergente para cargas de IA sensibles a soberanía y latencia.

De cara a la ejecución, hay dos vectores a observar. Primero, el ritmo de entrega de aceleradores y equipos auxiliares (redes, refrigeración, energía), un cuello de botella global que puede definir el calendario real de los “go live”. Segundo, la estructura de alianzas: Humain ha reconocido que explora la entrada de un socio de capital tecnológico estadounidense para su negocio de centros de datos y ha esbozado metas de varios gigavatios a 2034, señales de una escalada significativa si se materializa la financiación y la demanda.

El plan es ambicioso y, sobre el papel, consistente: combinar chequera soberana con proveedores top para construir cómputo a escala. El examen de verdad llegará cuando esos megavatios se traduzcan en productos, investigación y exportaciones digitales; ahí sabremos si Humain es un actor global o un proyecto sobredimensionado en renders.

Fuentes:

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