Resumen:

  • 313,5 MW instalados en dos parques (57 turbinas) y producción estimada de 1 TWh/año.

  • Aporta ~1,2% del consumo eléctrico finlandés, con aprendizaje en operación bajo hielo.

  • Próximo foco: integración de más viento en red y cartera adicional de proyectos onshore.

En el mapa eólico europeo hay un nuevo “punto gordo” pintado sobre Ostrobotnia. Viiatti, el mayor proyecto de Valorem hasta la fecha, ya está en operación plena y suma 313,5 MW repartidos entre los parques Kalistanneva (165 MW) y Matkussaari (148,5 MW). El complejo totaliza 57 aerogeneradores de la plataforma Nordex 5.X y aspira a producir en torno a 1 TWh por año, el equivalente aproximado al consumo de más de cien mil hogares de la región. La magnitud no es solo de potencia: también es logística. Para montar los equipos, la constructora del grupo coordinó más de 700 convoyes sobredimensionados en apenas diez semanas, una coreografía de palas, torres y góndolas por carreteras que se conocen el hielo de memoria.

El norte enseña sus propias reglas de operación. En Finlandia, las condiciones favorables a la formación de hielo sobre palas se extienden de septiembre a abril, bastante más que en la Europa continental. Ese detalle, que parece técnico, define el rendimiento. Requiere estrategias de producción y mantenimiento específicas, desde calefacción de bordes de ataque hasta algoritmos de control que evitan cargas excesivas. El resultado: parques capaces de mantener factores de capacidad competitivos en pleno invierno, cuando la red más los necesita. Al mismo tiempo, la producción eólica ayuda a desplazar generación fósil residual y se acopla a un sistema con interconexiones sólidas y creciente digitalización.

Viiatti también es un caso de diseño financiero y de cadena de valor. Mientras Kalistanneva pasó a manos de un consorcio liderado por la utility Helen y fondos de Ålandsbanken, Matkussaari permanece en propiedad de Valorem con financiación merchant, un esquema que asume exposición a precios de mercado sin contratos a largo plazo. Esa combinación de venta parcial, EPC propio y deuda a medida se volvió habitual en proyectos nórdicos, donde la madurez del recurso y la liquidez de mercado permiten estructuras más flexibles. La capa industrial la ponen proveedores europeos como Nordex y contratistas especializados que ya completaron la instalación de turbinas en etapas previas.

La foto final es doble: por un lado, un activo de escala capaz de cubrir cerca de 1,2% del consumo anual del país; por otro, un banco de pruebas para operar de forma fiable en condiciones de hielo prolongado. El siguiente capítulo apunta a más integración en red y a una cartera que, según la propia compañía, supera el gigavatio en desarrollo en Finlandia y el Báltico.

En tiempos de titulares efímeros, Viiatti recuerda que la transición también es logística, aburrida y tercamente industrial. Menos épica que un récord horario, más útil que un eslogan.

Fuentes:

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