Resumen:

  • Desde esta semana, todas las cuentas públicas acceden al nuevo traductor automático de videos con IA.

  • La herramienta abre la puerta a audiencias globales sin necesidad de subtítulos manuales ni ediciones extra.

  • Instagram planea añadir más idiomas y mejorar la sincronización de voz y texto en futuras actualizaciones.

Instagram ha decidido dar un paso decisivo hacia la internacionalización del contenido. Su jefe, Adam Mosseri, anunció que a partir de esta semana todas las cuentas públicas contarán con acceso a un traductor automático basado en inteligencia artificial. El sistema, por ahora limitado a inglés y español, traduce el audio de los videos y sincroniza subtítulos sin intervención humana. El movimiento no es menor: hasta ahora, los creadores dependían de subtítulos manuales, servicios externos o la buena voluntad de su audiencia bilingüe.

La herramienta abre la posibilidad de que un creador que publique en Los Ángeles pueda llegar de inmediato a comunidades en Madrid, Ciudad de México o Buenos Aires sin necesidad de producir versiones duplicadas. Y lo mismo a la inversa: un influencer que suba su contenido en español podrá ser entendido por millones de usuarios angloparlantes. Instagram, consciente de que la plataforma se juega su relevancia frente a rivales como TikTok y YouTube, apuesta por la escala lingüística como nuevo diferenciador competitivo.

La decisión se inscribe en una tendencia más amplia: Meta lleva años explorando la traducción automática multimodal. En 2024, Mark Zuckerberg presentó en Meta Connect un sistema capaz de traducir el habla entre idiomas conservando la voz original del usuario. La llegada de esta función a Instagram puede considerarse la primera aplicación masiva de esa investigación, y su despliegue global marcará la pauta de hasta dónde puede estirarse la experiencia de consumo sin perder naturalidad.

De momento, las críticas apuntan a la calidad de las traducciones y a la posibilidad de que los matices culturales se diluyan en el proceso. La compañía asegura que trabaja en mejoras y que la lista de idiomas se ampliará progresivamente. El horizonte es ambicioso: que un solo video pueda circular sin fricciones en todo el planeta.

La promesa de un feed sin barreras lingüísticas es poderosa. El riesgo es que la traducción automática, por veloz que sea, no siempre capture el tono ni el humor de quien habla. Instagram apuesta a que la conveniencia pesará más que la perfección; el tiempo dirá si esa balanza se inclina a su favor.

Fuentes:

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