Resumen:
Totalidad de ~82 minutos y máximo alrededor de las 18:12 UTC.
Hasta el 85% de la población mundial tuvo alguna posibilidad de verlo.
Próximas citas: parcial de Sol el 21 de septiembre y total lunar en marzo de 2026.
El cielo nocturno ofreció un espectáculo mayor: un eclipse lunar total —la famosa “Luna de sangre”— que recorrió la noche del 7 al 8 de septiembre con una franja de visibilidad enorme en Europa, África, Asia y buena parte de Oceanía. No fue un evento marginal: según los cálculos de timeanddate, hasta un 85% de la población global estuvo en zonas con al menos una fase visible, algo poco común incluso para eclipses lunares. Para América, en cambio, tocó mirar las fotos y directos.
En términos técnicos, un eclipse lunar total ocurre cuando la Tierra se alinea entre el Sol y la Luna y su umbra cubre por completo al satélite. La tonalidad rojiza no es magia: es la luz solar filtrada por la atmósfera terrestre, que dispersa los azules y deja pasar rojos y naranjas. En este caso, la fase de totalidad rondó los 82 minutos, con el máximo en torno a las 18:12 UTC, cifras que encajan con las efemérides publicadas por la NASA y por timeanddate.
La viralidad se explicó sola. Desde Shanghái hasta Atenas y Nueva Delhi, las imágenes inundaron redes sociales y medios, con galerías y directos que capturaron encuadres urbanos y paisajes abiertos por igual. La Associated Press compiló tomas de Asia y Europa, mientras People reunió fotografías de China, India, Japón, Grecia y Rusia, entre otros, subrayando la facilidad de acceso del fenómeno: a diferencia de los eclipses solares, ningún filtro especial fue necesario. Fue el segundo eclipse total lunar del año, y probablemente el más compartido por su horario “amable” en zonas muy pobladas.
Si quiere cifras finas, las predicciones oficiales fijaron los contactos en P1 15:28 UTC, U1 16:27, inicio de totalidad (U2) 17:30, máximo 18:12, fin de totalidad (U3) 18:53 y U4 19:56. Dicho en humano: poco más de cinco horas de “show” desde el primer tenue oscurecimiento, con una hora y veintidós minutos de Luna totalmente sumergida en la umbra. La visibilidad varió por región: Europa y África vieron buena parte del evento; Asia tuvo la mejor ventana; Oceanía se asomó en sectores; y América quedó mayormente fuera.
Mirando al calendario, el año aún guarda una pieza más: un eclipse parcial de Sol el 21 de septiembre, seguido por el próximo total lunar el 2–3 de marzo de 2026. La cadencia recuerda una regla clásica: los eclipses vienen en temporadas; lo de hoy no fue un rayo en cielo sereno, sino el plato fuerte de la segunda tanda del año.
En un mundo saturado de pantallas, un eclipse lunar tiene la rara virtud de sincronizar miradas. No exige equipo, sólo cielo y paciencia. Quizá por eso sus fotos viajan tan bien: es la misma Luna, pero con ese rojo que nos recuerda que seguimos bajo la misma atmósfera.
Fuentes:
NASA/GSFC (EclipseWise) - Total Lunar Eclipse of 2025 Sep 07 (mapa, tiempos y duraciones).
Associated Press - Photos show a lunar eclipse across Asia and Europe.