Resumen:
Amerizaje el 9 de agosto a las 11:33 a.m. ET frente a California; 148 días de misión.
La elección del Pacífico reduce riesgos por desechos del “trunk” y reconfigura la logística de recuperación.
Próximo foco: rotación Crew‑11 y validación del nuevo esquema de zonas de amerizaje.
El regreso de Crew‑10 no fue una rutina más. La nave Endurance se posó en aguas del Pacífico, cerca de San Diego, a media mañana del sábado, en una maniobra que cerró casi cinco meses de operaciones en la Estación Espacial Internacional. A bordo venían Anne McClain y Nichole Ayers por parte de NASA, Takuya Onishi por JAXA y Kirill Peskov por Roscosmos. El descenso controlado sobre cuatro paracaídas, la recuperación con lanchas rápidas y la izada a cubierta siguieron un procedimiento conocido; lo novedoso fue el mapa: lejos de Florida, donde habían terminado todos los vuelos tripulados de Crew Dragon hasta ahora.
El cambio no es capricho. SpaceX y NASA han ido desplazando los puntos de amerizaje hacia el Pacífico para garantizar que los restos del “trunk”—la sección que se desprende antes de la reentrada—caigan en áreas remotas del océano. Con esa decisión, la agencia completa su primera recogida de una tripulación en el Pacífico en unos 50 años y estrena, de facto, una nueva geografía de retorno para el programa comercial. La misión, lanzada en marzo, permitió completar tareas de mantenimiento y más de un centenar de experimentos, desde física de fluidos hasta biología en microgravedad.
En términos operativos, Endurance vuelve a demostrar fiabilidad y rotación rápida de flota. El equipo de recuperación ejecutó el protocolo sin sobresaltos y la tripulación voló a Houston tras los chequeos médicos estándar. A corto plazo, las siguientes rotaciones pondrán a prueba la capacidad de sostener este patrón de amerizajes en la costa oeste, con la logística de barcos, helicópteros y personal ya ajustada a una nueva realidad.
Opinión: Cambiar el mapa de splashdowns no luce heroico, pero es buena ingeniería: menos exposición a población, más márgenes. Si el Pacífico funciona tan bien como luce, el romanticismo de “volver a casa a Florida” cederá ante algo más valioso: procedimientos robustos.
Fuentes: