Resumen:

  • El paquete de septiembre incorpora novedades en Widgets, pantalla de bloqueo, Configuración y Task Manager.

  • Varias funciones se habilitan primero en equipos con NPU potente; el resto llegará de forma gradual.

  • 25H2 sigue en Release Preview como eKB antes de su disponibilidad general.

Microsoft mueve ficha con un paquete de septiembre que, más allá de los parches de seguridad, introduce cambios visibles y otros bajo el capó. Los usuarios verán un tablero de Widgets y una pantalla de bloqueo con historias curadas por Copilot, ajustes visuales en Explorador y un reloj con segundos en el Centro de notificaciones. El Administrador de tareas estandariza métricas de CPU para que el uso mostrado sea consistente en todas las vistas, cerrando una vieja fuente de confusión en diagnósticos. Parte de estas novedades se activa de forma gradual y, en ciertos casos, primero en equipos Copilot+, donde la NPU permite experiencias más fluidas.

El update llega como un acumulativo asociado a KB5064081 que Microsoft probó en agosto y que ahora empuja a más equipos con Windows 11 versión 24H2; hay también paquetes equivalentes para ramas previas y compilaciones Insider. El catálogo de actualizaciones y la documentación oficial confirman las variantes de compilación y el carácter “preview” de algunos componentes, algo habitual cuando Redmond utiliza los martes de parches para sincronizar seguridad y nuevas funciones. Para administradores, esto implica validar políticas de privacidad —por ejemplo, en torno a Recall— y planificar habilitaciones por fases, especialmente en entornos regulados.

En paralelo, Windows 11 versión 25H2 continúa en Release Preview como “enablement package” (eKB). No es un salto disruptivo respecto a 24H2: mantiene base común y agrega un puñado de cambios, simplificando la adopción con una sola reiniciada. La señal estratégica es consistente: el sistema operativo se transforma por goteo, con lotes mensuales que integran funciones asistidas por IA sin obligar a reinstalar. Para el usuario final, el efecto es más sutil pero sostenido; para IT, una carga de pruebas continua que exige inventarios de hardware, políticas de actualización y comunicación interna disciplinada.

La cadencia incremental tiene sentido: menos titulares, más fiabilidad. El reto real no es “más Copilot”, sino gobernar la experiencia para que la ayuda sea útil, auditable y no se convierta en otra capa de fricción.

Fuentes:

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